La presidenta de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), Malena Galmarini, participó de una nueva edición del Foro Anual “Equal Aqua” organizado por el Banco Mundial. La iniciativa tiene como objetivo profundizar el diálogo sobre la diversidad de género y la inclusión en los trabajos del sector del agua conectando empresas de servicios públicos, asociaciones civiles, representantes del sector privado, académicos y organizaciones locales e internacionales.
En esta oportunidad, Galmarini compartió los esfuerzos que AySA estuvo llevando a cabo para avanzar en la agenda de inclusión de género con el director del Banco Mundial, Jordan Schwartz; la directora global de la Práctica de Agua del Banco Mundial, Jennifer Sara; la especialista en desarollo social y prácticas del agua, Kamila Galeza; y otros socios oficiales de Equal Aqua, representantes de empresas de servicios públicos, ministerios de agua y organizaciones de cuencas fluviales que forman parte de “Equal Aqua”. También estuvieron presentes la representante del área de Género de AySA, Eugenia Ghiotto y otros directores de la empresa.
La plataforma Equal Aqua cuenta con 18 socios en la actualidad y AySA es la única empresa del sector en representación de la región latinoamericana junto a la firma Sabesp, de Brasil.
En primer lugar, Galmarini habló sobre la experiencia de ser mujer y estar a cargo de una empresa como AySA y profundizó en el cambio de mirada que trajo a la organización: “En un sector como el del agua y la obra pública, en el que tradicionalmente prevaleció la mirada masculina, consecuencia de la formación del personal en disciplinas “duras” como las ingenierías, hemos impulsado la contratación de personal femenino y diseñado su incorporación en roles tradicionalmente cubiertos por varones en la empresa, como también un plan de movilidad interna hacia la paridad en cargos y funciones. Este gran paso debió ser acompañado, además, por un análisis de la brecha salarial entre personal de distinto género, la cual suele alcanzar en nuestro país y en la región un 30% en el empleo registrado y un 35% en sectores informales de la economía”.
En ese sentido, desde AySA se ha desarrollado una Política de Género transversal a toda la empresa que pueda ser asimilada por sus más de 7.500 trabajadores y trabajadoras, que tiene como objetivo transformar la mirada del sector del agua y el saneamiento, expandiendo así esta perspectiva al resto de la región.
“Las brechas de género se constituyen de manera directa e indirecta, de formas muchas veces invisibles que naturalizan situaciones de desigualdad en perjuicio de las mujeres. Un claro ejemplo es el impacto en el salario que causan en ellas las ausencias por tareas de cuidado en el hogar, cuando tienen que llevar a sus hijos o hijas al médico, o cuidar de los adultos mayores de la familia. Son todas tareas que pueden y deben realizar tanto las madres como los padres, pero históricamente recaen sobre las mujeres. Por este motivo es que contamos con un programa hacia la corresponsabilidad en tareas de cuidado con el que ya hemos otorgado más de 150 licencias a padres”, señaló Galmarini.
La nueva mirada que propone esta gestión de AySA también incluye políticas para la prevención de violencias (con 55 denuncias abordadas), la capacitación y sensibilización en perspectiva de género (más de 4500 trabajadoras y trabajadores de la empresa ya la recibieron), las contrataciones y compras con perspectiva de género (500 empresas capacitadas y 150 obras licitadas con pliegos con ejes de género), la elaboración de una Guía de uso no sexista del lenguaje, un Programa de Gestión Menstrual (1550 kits entregados junto a un reintegro mensual por gasto menstrual), el compromiso constante en llegar a la paridad en cargos y funciones, como también la inversión en la aplicación de la perspectiva de género en su Plan de “Agua y Cloacas + Trabajo”, que genera puestos de trabajo a través de cooperativas barriales y revaloriza la mano de obra con la formación técnica.
Finalmente, la presidenta de AySA expresó: “Apostamos día a día a que el Objetivo de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se cumpla. Y para que ese impulso y el compromiso de toda la comunidad internacional en que la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas sea una realidad, la gestión del agua debe realizarse con perspectiva de género”.