Viernes, 22 Mayo 2020 13:50

Por la crisis del coronavirus, al menos 30 locales del centro no volverán a abrir

Se trata de negocios donde los inquilinos decidieron dar de baja alquileres por falta de recursos. Indumentaria y gastronomía, los rubros más golpeados. Comerciantes piden al menos poder funcionar algunas horas al día para cubrir los gastos mínimos.

Los coletazos de la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus generaron ya que al menos 30 comercios del centro de Pilar decidieran bajar definitivamente sus persianas.

 

Se trata en su mayoría de locales del rubro de gastronomía e indumentaria, que ante la imposibilidad de funcionar en la cuarentena y las casi nulas ventas que tienen bajo la modalidad delivery, se vieran obligados a dar de bajas contratos de alquiler.

 

El dato fue revelado por la titular de la Cámara de Comercio de Pilar (SCIPA) Edit Domínguez, quien expuso que la situación es angustiante y reclamó que los locales sean autorizados a funcionar al menos 2 horas por día, tomando todos los recaudos necesarios para evitar la propagación del coronavirus.

 

“Hay locales en donde se están dando de baja alquileres, donde ese dueño no va a volver a abrir. No veníamos de una situación floreciente, ya veníamos con indicadores pésimos, y ahora apareció lo de la pandemia. Ya no hay para pagar lo básico. Estamos con alrededor de 30 locales solo en el casco céntrico de Pilar que no van a volver a abrir”, se lamentó Domínguez.

 

Los comerciantes, no solo los nucleados en SCIPA sino también en las cámaras de Derqui, Villa Rosa y Manuel Alberti, se reunieron la semana pasada con autoridades municipales, encuentro de donde surgió un protocolo que la Comuna elevó a la Provincia de Buenos Aires para su aprobación.

 

Ese protocolo establece que solo podrán abrir locales de cercanía, es decir quedan afuera los que se ubican en shoppings o a los que se puede acceder solo en transporte público. Además, restringe el horario de funcionamiento de 9 a 16 horas, a la vez que los obliga a atender al público a puertas cerradas, es decir sin clientes dentro de los salones.

 

El plan, a su vez, veta la posibilidad de que abran rubros donde hay contacto cercano o estrecho entre los clientes y quienes prestan servicio, como peluquerías, centros de estética, gimnasios, e incluso venta de ropa y calzado.

 

“La gente se prueba la ropa y eso se puede hacer solo dentro del local. Donde la indumentaria es tocada y puede quedar contaminada; por eso no es momento para autorizarlas”, señalaban desde la Comuna días atrás a Pilar de Todos.

 

No obstante, ese protocolo, que también tiene que recibir el visto bueno del gobierno Nacional, al estar Pilar dentro de la región AMBA, la más azotada por el COVID-19, aún no obtuvo respuesta.

 

“Por ahora en Pilar no hay ninguna autorización por parte del gobierno provincial. Se mandaron los documentos que fueron aplicados en otros municipios, pero nuestras autoridades pueden poner alguna limitación más si lo creen necesario. Sin embargo, no hay respuestas. Estoy segura de que si nos autorizan un par de horas, no es que vamos a vender un montón, pero se puede pagar lo mínimo. El comerciante trabaja para el día y estamos pidiendo eso; luego de 60 días de cuarentena los ahorros ya se agotaron y la ayuda del Estado no llega lo suficiente”, añadió Domínguez.

 

Vallado

Domínguez, a su vez, señaló que los vallados que la Comuna colocó en varias calles de centros comerciales para asegurar el distanciamiento social y preparar al casco céntrico para una posible, aunque paulatina, apertura, también los están perjudicando, porque restringe el tránsito de personas hacia locales que sí están abiertos o están funcionando bajo la modalidad de retiro en puerta, pese a que este mecanismo aún no está avalado.


“El delivery no alcanza ni para lo mínimo, el retirar en locales todavía no está autorizado, pero más o menos la gente lo iba coordinando, aunque ahora está todo vallado. Los asociados nos dicen que se hizo el vallado pero no se autorizó la apertura, todavía no podemos abrir. La gente que está en la espera es para correos, o bancos, no para ir a comercios. Tenemos ya muchos conflictos entre inquilinos y propietarios por el tema del pago del alquiler, EDENOR cobra un estimativo pese a que los negocios están cerrados y por ende tienen cero consumo, y los ahorros ya se consumieron. Seguimos pensando en que cuidar la salud es lo primero, queremos colaborar con eso porque todos estamos en el mismo barco, pero al menos necesitamos abrir algunas horas”, cerró Domínguez.

 

Estacionamientos

Otro de los rubros golpeados son los estacionamientos privados, que ante el cierre de calles en el marco de los operativos en sedes bancarias, se ven imposibilitados de que los autos ingresen a sus predios.


“No vemos el sentido de cortar toda una calle, como ocurre con Tucumán desde Ituzaingó hasta 11 de Septiembre. Ahí se ubican al menos 3 playas de estacionamiento, pero sin no pueden transitar autos, no tenemos clientes y nos vamos a ver obligados a cerrar. Entendemos que hay que aumentar el espacio para que haya distanciamiento social, pero ese se podría hacer usando parte de una calle, no colocando vallas en toda la arteria”, cuestionó uno de los propietarios de un estacionamiento que, justamente, se encuentra sobre la calle Tucumán.

 

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