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Más muertes y desapariciones vinculadas al descuartizador de Astolfi Mercedes Gauto, una de las mujeres desaparecidas, junto a Duarte.
Viernes, 31 Enero 2020 15:00

Más muertes y desapariciones vinculadas al descuartizador de Astolfi

Al desmembramiento de Antonia Brizuela se suma el femicidio de una concubina. También hay tres personas de las que no se sabe nada sobre sus paraderos y que tuvieron relación con el hombre. Allegados a las víctimas piden que se entrelacen las causas.

El caso del hombre que descuartizó a una mujer, esparció restos de ese cuerpo en la localidad de Villa Astolfi para luego suicidarse sigue generando conmoción al haberse conocido información sobre otras causas que lo tienen como principal protagonista.


El hombre, que fue identificado como Esteban Lorenzo Duarte Martínez, de 57 años, aterrorizó a la población pilarense con su macabro accionar a plena luz del día, y a la vez despertó una seguidilla de casos donde hay más muertes y desapariciones que están vinculadas a él.


Según fuentes judiciales, el cuerpo desmembrado pertenece a Antonia Brizuela, una mujer con la que Duarte se había casado en noviembre del año pasado. Parte del cuerpo lo descartó en cercanías a las vías del tren San Martín y otras fueron halladas por la policía en una vivienda que el hombre ocupaba en José C. Paz. Sin embargo, se intenta procurar si todos los restos pertenecen a la misma persona.


Pero ese no fue el primer caso que tuvo a Duarte en la mira. Es que, además de un frondoso prontuario vinculado a robos y estafas, el hombre es es el responsable de un femicidio ocurrido en 2005 –por el que estuvo preso 11 años, aún no estaba la figura de femicidio-  y al menos tres desapariciones de personas de las que hasta el momento no se sabe qué pasó con ellas, todas con alguna relación con Duarte.


¿Dónde está Vivi?

El primero de los casos data del año 2004. El 28 de abril de ese año desapareció de su casa Viviana Altamirano, una joven de 22 años que residía en el barrio Las Tunas de Pacheco, en Tigre.


Tras 15 años sin saber lo que pasó, la familia de la joven revivió todo su derrotero tras volver a conocer rastros de Duarte. Su tía, Graciela Altamirano contó a Pilar de Todos que se siente “desesperada” porque al enterarse del accionar de Duarte en Pilar, ahora sospecha lo peor sobre lo que pudo haberle hecho a Viviana.


“Llevamos 15 años buscándola sin respuestas. Él era vecino de mi sobrina. El día que Vivi desaparece, sus hermanitas vieron que él hablaba con ella. Casi simultáneamente a la desaparición de ella, Duarte se va del barrio durante 2 meses y medio. Decían que ella se había ido con él. Estuvimos insistiendo para que la Fiscalía allane la casa de Duarte en Las Tunas o en Del Viso, donde este hombre tenía familia”, relató Graciela a este medio.


Tras varios meses de golpear puertas de oficinas judiciales, finalmente se allanó el domicilio de Del Viso. Y hubo pistas sobre Vivi, pero que quedaron en la nada.


“Encontraron su ropa. Todas las prendas con las que ella había desaparecido. El hallazgo lo había hecho un vecino que, al limpiar el techo de su casa, lindera a la de Duarte, vio una bolsa de residuos con una campera, un jean, zapatillas y ropa interior. Como pensó que era ropa robada, se la donó a una chica muy humilde de la zona. Ella declaró que la usó durante más de dos meses. Dijo que no tenían restos de sangre, que cosió el corpiño que estaba roto y lo uso también”, recuerda Graciela con la voz quebrada. "Esa ropa era de 'Vivi', hasta había una campera del Club Olivos", agregó.


Tras esa pista, Duarte estuvo retenido un mes, en 2004, pero luego lo liberaron; mientras la policía le decía a la familia de Vivi: `Ya la van a encontrar, seguro en alguna provincia`. “Siempre supimos que al ser una piba pobre, solo nos importaba a nosotros”, dijo Graciela, angustiada.


Graciela también contó que recibieron una llamada telefónica donde la voz de una chica llorando les decía que no la busquen más, que ella estaba bien y que había conseguido casa y trabajo. “Nunca supimos si fue ella. Vivi no sabía el número de teléfono al que llamaron”, relató Graciela al tiempo que no negó que esa comunicación les hizo tener “esperanza de encontrarla con vida”. "Esa llamada, se comprobó luego, fue realizada desde Boulogne, cerca del ferrocarril, Belgrano Norte, cuando Duarte vivía en Del Viso", completó.


Pero, esas esperanzas se desvanecieron cuando supieron que en 2005 Duarte había asesinado a su concubina, una mujer de apellido Orellana.


A Orellana la mató de un fierrazo en la cabeza. La mujer estaba embarazada. Según pudo reconstruir la familia de Viviana, Duarte ya tenía todo listo para descartar el cuerpo.

 

“Pero la madre de Duarte impidió que eso suceda pidiéndole que la lleve a un hospital. Él la dejó abandonada en un centro asistencial y se dio a la fuga. Por lo que supimos, Orellana le había reclamado que le diga qué había hecho con una hija que tenían en común y también, aparentemente, tenía datos sobre Vivi. La mujer agonizó tres días y yo no llegué a que me diga si sabía algo de mi sobrina”, se lamentó Graciela.


Por el asesinato de Orellana, Duarte estuvo 11 años preso, pena que cumplió en marzo del año pasado.



Más desapariciones

Al prontuario de Duarte, se suman otros dos casos de personas que permanecen desaparecidas.


Una de ellas es Mercedes Gauto, oriunda de la zona de González Catán. La mujer fue pareja de Duarte y su familia la busca desde agosto del año pasado.


Su cuñada, Carina Bustos, busca información desesperada. Según contó a Pilar de Todos, Duarte y Gauto se conocieron por Facebook.


“Él la engañó, le había dicho que era abogado, un profesional”, se lamentó la mujer quien recordó que el último contacto que tuvieron con Mercedes fue por medio de un mensaje de texto donde la mujer indicaba que se iba a ir de vacaciones con Duarte y que también iba a cambiar su número de teléfono.


“No tenemos novedades de nada, queremos que nos ayuden, hace 5 meses que la estamos buscando”, pidió la familiar de Gauto, luego de confirmar que la mujer desmembrada no era Mercedes.


A la desaparición de Gauto se suma otro caso más. Es el de Guillermo Díaz, un hombre que había contactado a Duarte, aparentemente para concretar la adquisición de un terreno.


La última vez que se supo de él fue en noviembre del año pasado.


“Es el papá de mis hijos. El 16 de noviembre salió con esta basura y hasta hoy está desaparecido”, indicó Mónica Carrete quien se lamentó en las redes sociales: “Esto es una pesadilla”.


Ambos se habían conocido en la cárcel, donde Díaz había cumplido una condena por estafa.


El 16 de noviembre ambos se encontraron. Díaz llevaba consigo 40 mil pesos en efectivo y un cheque para cobrar.


Los allegados a Díaz están convencidos de que Duarte lo asesinó. "Los días posteriores usó el auto de Guillermo para moverse y encontramos una cámara en la que se lo ve (a Duarte) cobrándo el cheque que Guillermo tenía el día que desapareció", contó a Telefe Rodrigo De Sousa. La causa quedó en manos de la Fiscalía de Delitos Conexos, a cargo de Gonzalo Acosta, quien solicitó una serie de allanamientos en la vivienda de Duarte, e incluso su detención. Para el fiscal, Duarte asesinó a Díaz e hizo desaparecer el cuerpo.  Pero el 3 de enero de este año, el Juzgado Nº 4 de San Isidro desestimó ese pedido por falta de pruebas.


Ante la cantidad de casos, los familiares de las personas involucradas ahora piden que al menos se unifiquen las causas para poder acceder a los datos de cada uno de los casos,que se cotejen ADN de las personas desaparecidas con todos los restos humanos que se vayan encontrando, y finalmente saber qué pasó con sus allegados.

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